Los congresistas del Partido Aprista, de la fujimontesinista Fuerza Popular, del PPC, de APP, de Acción Popular-Frente Amplio se han abstenido en otorgarle o negarle la confianza al Consejo de Ministros del Gobierno del Partido Nacionalista Peruano, con los más diversos argumentos: El Partido Aprista exige la salida de Mayorga, Cateriano y Castilla, por lobistas, incompetentes y responsables de la caída del crecimiento; Fuerza Popular exige la eliminación del aporte de los trabajadores independientes a las AFPs y la solución de la huelga médica; el PPC y APP justifican en la desconfianza que le tienen a los ministros; y, AP-FA piden renuncia de Mayorga y Castilla, suspensión de los aportes de los independientes. Aparentemente valiosas razones para vacilar entre darle la confianza o negarle la confianza. Pero eso solo expresa la hipocresía y electorerismo de unos y la vacilación de otros en la posición frente a la ofensiva por profundizar y consolidar el programa neoliberal o la lucha por un cambio democrático y patriótico, que es el problema de fondo de la política peruana actual. 

Ni el Partido Aprista, ni el Fujimontesinimo, menos el PPC (al que hoy se suma APP) pueden levantar sus exigencias sin que se pueda ver en ellos que todos es cálculo electoral, todos ellos han defendido o implementado el programa neoliberal (incluso el PPC levanta como principio programático el rol subsidiario del estado) que hoy hace agua en el mundo y en nuestro país mientras los trabajadores y el pueblo pagan sus consecuencias, y el cambio de dos o tres ministros no variará eso. Aún si cambiaran a Castilla o Mayorga, quedarían Saveedra en Educación y De Habich en Salud, pero lo central en el asunto de los lobis es que no solo existe una práctica lobista en los Ministros de este gobierno sino que desde el fujimorismo el estado se ha convertido en la junta de administración de los negocios de las transnacionales del imperialismo norteamericano y la Gran Burguesía Intermediaria, como una continuación de un estado siempre al servicio de las clases dominantes feudales o burguesas, serviles al capital extranjero, durante la república.

Similar situación se puede decir sobre las exigencias “laborales” del Fujimontesinimo, acaso no ha sido ellos, en el gobierno de los reos criminales Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, quienes empezaron con la AFPs?, no fueron sus creadores? No obligaron legalmente a los trabajadores a sumarse a las AFPs, ante el descalabro del Sistema Nacional de Pensiones que ellos incentivaron?; y, en materia laboral: No fue su gobierno que inició la congelación de remuneraciones de los trabajadores del estado y la destrucción de la Carrera Pública? Luego los Gobiernos de Perú Posible y el Partido Aprista continuaron con la implementación del “nuevo Servicio Civil”, que este gobierno del PNP implementa para los profesionales de la Salud con la “reforma del sector salud”, contra la cual es la huelga médica.

Estos partidos de la derecha hoy aparecen como la “oposición” al gobierno antitrabajadores, antipopular, y antinacional del PNP, encabezan con su abstención a Acción Popular-Frente Amplio, que ya antes se ha abstenido o a apoyado a los Gabinetes del PNP, y buscan aumentar las simpatías del pueblo rumbo a las elecciones del 2016. Ello ocurre por la debilidad de las fuerzas de izquierda consecuentes y firmes, leales a sus principios, en el Parlamento, incluso en el seno del pueblo y los trabajadores que encabece sus luchas, con excepción de la región Cajamarca. Abstenerse ante la votación por la confianza o no confianza al Gabinete del PNP no deslinda con los neoliberales de toda clase, no marca la diferencia con ellos ni permite ser la alternativa que los trabajadores y el pueblo necesitan, sino que confunde al pueblo y los trabajadores. Una posición clara frente a este problema de la confianza en los Ministros es el voto en contra, desde el inicio (porque es posible que la “oposición neoliberal” ahora opte por el voto en contra ahora), sustentada en la defensa del cambio democrático y patriótico, en el cambio del modelo neoliberal y de la Constitución, en la eliminación de las AFPs y el restablecimiento de un régimen pensionario del estado, en la reversión de las medidas antilaborales. Junto a ello se hace necesario continuar la organización de la alternativa de izquierda en el seno del pueblo y los trabajadores, apoyando sus reivindicaciones y luchando junto a ellas.

Lima, 22 de agosto de 2014